Basada en una historia real, esta película francesa producida en 2014 nos presenta una realidad bastante frecuente en sistema educativo, al presentarnos a un grupo de alumnos, en este caso de preparatoria, que eran tutorados por la maestra Anne Gueguen, que se encargaba de impartir, además, la asignatura de historia.
Este grupo de niños, como tantos que podemos encontrar en las diversas escuelas del país, presentaban conductas de desinterés, impulsividad y un poco de agresividad, por lo que las notas generales dejaban mucho que desear para profesores y padres de familia de la institución, aunado a que los diversos los orígenes étnicos de los estudiantes no ayudaban a que se sintieran pertenecientes al grupo escolar. Dado lo anterior, este grupo (nuevamente, como muchos del sistema educativo mexicano) era estigmatizado por sus mismos profesores, quienes los comparaban con grupos de mejor aprovechamiento y les reiteraban la poca fé que depositaban en ellos.
Es aquí donde aparece la profesora Gueguen, manteniendo una actitud sin prejuicios hacia los estudiantes, pero siendo firme en las normas de disciplina que tenía que aplicar para que la clase funcionara. A partir de aquí, y observando las serias deficiencias en sus nuevos alumnos, tuvo la idea de convencerlos a participar en el Concurso Nacional de la Resistencia y la Deportación celebrado en Francia, que consistía en la redacción de ensayos de reflexión sobre un tema en específico, en este caso, sobre los niños y jóvenes en los campos de concentración nazi. Pero, como ya dije, el premio era lo último que le interesaba a esta maestra, pues este era el pretexto perfecto para que los niños aprendieran a externar sus puntos de vista y a tomar acuerdos, todo mediante una experiencia que les permitiera entrar en contacto con una realidad de la que todavía pueden percibirse remanentes en las actitudes de algunas personas hoy día.
Para comenzar, considero que lo que propició el éxito de esta vivencia fue el impulsar a los estudiantes a participar, pero mantener la línea de "no obligación" de la actividad, lo que podía ser percibido por parte de los alumnos al sugerirles varias lecturas para que tomaran la que más les llamara la atención y al pedir expresaran lo que ellos pensaban, pero dar esas opiniones con conciencia y respeto para los demás. Una vez enganchados en la labor, se pudo trabajar en la creación del proyecto desde una perspectiva cognitiva, buscado la reflexión de los contenidos abordados y no solo la parte instrumental, aspecto que está fuertemente arraigado en los educandos de cualquier nivel escolar, pues siempre se enfocan en obtener un resultado correcto, no importa si lo copiaron o se esforzaron en obtenerlo. Al mismo tiempo, fue necesario mantener la actitud de confianza hacia los jóvenes, ya que ni siquiera ellos pensaban que fueran capaces de poder realizar semejante trabajo, haciendo comentarios que los hicieran darse cuenta que este proceso era lento y que se iban a equivocar, pero que eso era normal y necesario para aprender, y que iban por buen camino.
Pero, sobre todo, la enseñanza del trabajo colaborativo y la comunicación fue vital, pues esto es algo que debe realizarse en cualquier ámbito de la vida en sociedad, no solo en la escuela. El sentido de pertenencia que los niños pudieron desarrollar los hizo unirse y sentirse aceptados y seguros dentro de un lugar, ya que muchos de ellos presentaban situaciones personales que eran poco favorables para su vida escolar. A esto contribuyó, nuevamente, la actitud de la profesora pues, sin necesidad de decir palabras, ellos sentían el interés de esta última hacia sus vidas y lo que ellos aprendían o no. Por lo mismo, el tema que su maestra eligió para ellos ayudó a percibir los problemas de discriminación que vive la sociedad y que muchos de ellos vivían también no son un tema reciente, y el punto de quiebre de esta situación ocurrió con el genocidio perpetuado por la cultura nazi, por lo que las emociones y sentimientos de los pupilos se encontraban en juego durante el desarrollo de la actividad y los hizo sentirse más apegados a ella.
En general, considero que esta película es muy buena y presenta muchas estrategias para quienes tenemos que estar frente a un grupo de menores diariamente. Personalmente, y debido a la carrera que he estudiado, este no es el primer largometraje sobre docencia que he tenido que ver. Sin embargo, muchas de ellas siempre se encuentran inclinadas al plano motivacional, lo que se puede ver en los diálogos, las escenas o el soundtrack de cada una de ellas, y que, hasta cierto punto, me resultan fastidiosas. Así que, en este caso, lo que más me agrada es la perspectiva en la que se presenta la película, mostrando la realidad sin el maquillaje de coaching hacia el docente y dejando que el espectador realice sus propias reflexiones sobre lo que está observando, y en el caso de los profesores, de lo que está viviendo.
Valoración personal:
Brillante💡
Profundo 💭
Bueno ⭐⭐⭐⭐
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